
Una rotunda violación al derecho internacional, tras la muerte violenta de hasta ahora 23 migrantes africanos, que pretendían cruzar la valla de la Melilla, entre la frontera de España y Marruecos.
La Unión Africana se mostró preocupada por lo que denominó el tratamiento violento y degradante a los migrantes que intentaron cruzar la valla de Melilla, en la frontera entre España y Marruecos, al tiempo que reclamaron a Rabat y Madrid una investigación inmediata para esclarecer la masacre, que se ha saldado, hasta ahora con la muerte de 23 personas.
Un comunicado del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, expresa «su profunda conmoción y preocupación por el trato violento y degradante de los inmigrantes africanos que intentan cruzar una frontera internacional de Marruecos a España, con la consiguiente violencia que provocó la muerte de al menos 23 personas y heridas a muchas más».
Belani responsabilizó a Marruecos de lo ocurrido y ha pedido una investigación independiente. «Estos trágicos hechos ponen en evidencia la violación sistemática de los derechos humanos por parte de un Estado que ha optado, por un lado, por explotar el fantasma de la inmigración con fines de chantaje político y, por otro, jugar el papel de policía a cambio de dinero en efectivo en la externalización de la gestión de las fronteras exteriores de la Unión Europea».
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en la ciudad marroquí de Nador advirtió el domingo de que la cifra de cadáveres acumulados en el depósito de cadáveres de Nador sea «muy superior» a los 27 que ha podido confirmar la propia organización.
El suceso tuvo lugar durante un intento de más de 2.000 personas de cruzar la valla de Melilla el pasado viernes. Más de un centenar de personas resultaron heridas. Hasta el momento no ha habido pronunciamientos de la Comisión Europea al respecto.
RDN/TELESUR
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